Llegó el esperado día de nuestra exposición y salimos a la calle para llevar a nuestros compañeros a seguir una ruta por el realejo disfrutando de los mejores graffitis de Granada. Era nuestra oportunidad para demostrar que el graffiti es más que vandalismo, puede llegar a ser arte y adentrarlo de una forma u otra en el mundo de la educación.
En mi opinión fue bastante interesante y espero que todos mis compañeros disfrutaran y pudieran ver más allá, reflexionar y disfrutar sobre cada graffiti que nos encontrábamos, pues esa fue nuestra principal intención.
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